Yo digo...

"Alguien me dijo"

Buenas noches, señor lector. O en su defecto, buen día, vieja. Desde la semana pasada que no escribo algo interesante en el blog, así que hoy decidí esforzarme para lograr coherencia y cohesión (¿da'h?).

Sucede que esta semana hubo un quilombo tremendo para que 29 (31, en realidad) personas se decidan dónde se va a realizar una graduación, es decir, el momento más importantes de nuestras vidas. Bah, no sé. El mío ya pasó (haberlo conocido a Iván Manetta, sin dudas), aunque la graduación va a ser el fin de un ciclo, de algo excelente.

Como siempre pasó en este mundo, en este país, en esta ciudad, hay dos polos: el salón "Picasso", y la chacra "Los Cerrillos". Y como en su momento pasó con negros y blancos (ja!), unitarios y federales, y belgranenses y regatenses, hoy nos pasa con "picasenses" y "cerrileros". Eh... no. Dejémoslo en "Picasso" y "Cerrillos".

Ambos lugares son geniales, no lo discuto. Pero cada uno tiene cosas que el otro no tiene, como pros y contras. "Picasso" es excelente porque me queda a cuadras de casa (jua, jua). Pero, fuera de eso, el lugar me parece muy serio y creo que sería una mano tremenda por el tema del viaje y eso. "Cerrillos" es también muy bueno: es grande, alejado de todo (tómenlo como pro o contra, no me interesa) y es una chacra. Creo. Igual es lindo.

Por eso mismo, uno tiene lo que otro no:

* "Picasso" es chiquito, "Cerrillos", no.

* "Picasso" te incluye todo, "Cerrillos" no.

* A "Picasso" fuimos a hablar 1/3 del salón, a "Cerrillos" no. Aunque eso lo dejo para después.

En fin, creo que ambos lugares son geniales. Y el tema del precio es una pequeña diferecia. Dicho esto, entremos a lo que importa: el quilombo.

Este "problema" empezó unas semanas atrás, cuando se hizo una reunión en la que fueron todas las chicas del salón y tres chicos. Yo no estaba las chicas que fueron... eh, chicos. Sí, chicos que fueron, ja. Pero como dijeron: "Si no vas, después no andés reclamando, porque sino, te vamos a agarrar y a sacar los dedos y hacer que te los comas y después te la vas a ver con Tomás...". Eh, eh. Bueno, tampoco para tanto.

La decisión fue unánime (es decir, todos dijeron "sí, queremos ese salón y nos dejamos de joder"): se eligió Picasso. Yo sinceramente me quedé dormido (¡monstruos!, lo hicieron a las 4 y media de la tarde), y anticipé que me daba igual. Así que por varios días la felicidad rondó por 3º Polimodal... hasta que...

No sé cómo, ni quién... bah, sé quién, pero parece que el fanatismo de que Picasso sea nuestro salón, se esfumó como las neuronas en un flogger: ahora todos querían "Los Cerrillos". No me pregunten por qué, pero ellos querían "Los Cerrillos". Y vieja, acá entro yo:

"¿Para qué mierda tanto quilombo, a recontra re confirmar ir a un salón, si después salen saliendo que es horrible y que es mejor otro?". O sea, ¿nos iban a llevar a hacer la graduación a cualquier lado?

Bueno... esta semana 10 fuimos a Picasso, hablamos, y la verdad... me pareció chico el lugar. Pero eso es lo único. Porque después todo está de diego. Aparte, fui a hablar y el tipo me dijo todo lo que quería saber.

¿Conclusión? El tema es que hubo gente que se re movió desde hace meses (Moni... ok, Brenda; entre otros) y que vengan y le digan esto, es un bajón. A mi, la verdad, me pasa por los huevos dónde sea, si total lo que yo quiero es pasar con mis compañeros esa noche. Lo único que me molesta, es que alguien me dijo que Picasso era excelente, era EL lugar. Ahora, ese alguien, prefiere los Cerrillos. Vamos mal...

Ah, y antes que me olvide, llévenle la plata a esa chica (Esperón), porque me duele la cabeza escuchar cómo les grita (se sienta atrás mío, ja).

Y si el post no te gustó, te dejo un jueguito:

*Encuentren las 7 diferencias (si las encuentran)

Ezequiel J.